En la historia de la ciencia, aquí y en el mundo entero, hay anécdotas, curiosidades, que no por pequeñas dejan de ser importantes; contribuyen a darle dimensión humana a las grandes personalidades de cada época, nos permiten entender mejor las mentalidades y ayudan a ver los complejos mecanismos por los que discurre la construcción del saber científico. Esta historia, que levantó adherentes y contrincantes en su momento, fue rápidamente olvidada; era tan compleja que nadie quiso volver a revisarla. Ahora, habiendo transcurrido un largo siglo, resulta incluso simpático volver a ella.
Un fraude histórico al Perito Moreno: la cerámica mexicana de Laguna de Lobos (1890)
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