Artículo publicado en la Revista de Arquología del Siglo XXI, año XXIX, número 327, páginas 34 a 39, ISSN: 0212-0062, Zugarto Ediciones, S.A., de junio de 2008, España.
Proyecto de arqueología urbana para su ubicación y rescate. ¿Es posible que una de las grandes ciudades de América Latina no sepa dónde se estableció por primera vez? Sí, esta es la gran pregunta que originó el proyecto de buscar el sitio original de la ciudad, que aunque la expedición haya fracasado y fuera necesario volver a fundarla en 1580, el sitio el nombre quedaron para siempre. Pero desde las primeras excavaciones que se realizaron en 1989 no ha sido posible ubicarla, ni en el lugar establecido por la historiografía ni en los que la arqueología y la historia han ido postulando en base a nuevas ideas. Esta es la historia de lo que sabemos y lo que no sabemos.
Los texto y fotografías son de Alejandra Guerra.
Desde hace 150 años en Buenos Aires se ha discutido, entre la ciencia y la mitología, acerca de la ubicación del primer asentamiento que existió en estas tierras, hecho por don Pedro de Mendoza en 1536. A veces mal llamada Primera Fundación fue en realidad un sitio precario como casi todos los de su tiempo y fue destruido por los mismos españoles al abandonarla en 1541 para radicarse mucho más al norte, en Asunción, por órdenes llegadas desde España.
Cuando Juan de Garay llegó desde allí para refundar la ciudad en 1581, decidió establecerse con los suyos en la amplia meseta que es ahora Plaza de Mayo, olvidando rápidamente lo poco que hubiera quedado del sitio de Don Pedro, posiblemente mucho más cercano al Riachuelo. Con los años, con los cambios que tuvo el trazo del Riachuelo y luego con las obras modernas, posiblemente casi nada quedó de aquella primera fundación.
En 1989 se realizaron excavaciones en Parque Lezama, sitio que durante mucho tiempo se atribuyó, sin prueba alguna, ya que nada se encontró, como el verdadero lugar de esa primera población. Más tarde, luego de una extensa temporada de lluvias, algunas torrenciales, en el mes de junio de 2000, se recorrió la barranca del parque en forma sistemática pasando cada dos metros en forma vertical, con el mismo objetivo de veces anteriores, es decir comprobar la posible presencia de materiales culturales del siglo XVI. En esta oportunidad también se descartó lo considerado de menos de 50 años, es decir que no fue levantado. A pesar de ello, la historia oficial sigue situándola en aquel sitio.
El proyecto dirigido por el Dr. Daniel Schávelzon y codirigido por Marcelo Weissel y Paul Tchilinguirian, intenta iniciar una búsqueda sistemática en los terrenos ahora cubiertos por la ciudad, con el apoyo de la ciencia y la tecnología modernas, para encontrar los restos materiales del primer asentamiento, recuperarlos y lograr que el sitio se transforme en un hito urbano patrimonial con la significación que merece. Se quiere iniciar con ello una larga serie de estudios acerca de las condiciones vida, modos de subsistencia, motivos de enfermedad y muerte, acceso a bienes locales, relaciones con los indígenas y muchos otros paradigmas acerca de los orígenes bonaerenses.
Resultados preliminares
Planicie de inundación del Riachuelo. Parque Irala, La Boca. La naturaleza produjo formas geológicas que hoy se reconocen como típicas de la región pampeana Argentina. En el sur de la ciudad de Buenos Aires estas formas fueron mayoritariamente enterradas por el proceso de urbanización. El ambiente urbano constituyó un nuevo suelo artificial sobre el suelo natural y formas preexistentes. La drástica ocupación del paisaje transformó y ocultó los indicadores geomorfológicos que permitan un reconocimiento visual del paisaje del Siglo XVI y obligan a desarrollar métodos especiales de búsqueda del primer asentamiento de Buenos Aires.
El objetivo planteado para las tareas desarrolladas en el curso del primer período de trabajo, comprendido entre mayo y agosto, se enfocó en identificar sectores del sur de la ciudad de Buenos Aires (barrios La Boca — Barracas — Parque Patricios — Pompeya) en los cuales pudieran desarrollarse tareas de intervención arqueológica (superficies libres de construcciones). Se desarrollaron en dichos sectores tareas de prospección, sondeo y excavación, con el objeto de establecer las características edafológicas y estratigráficas del terreno, detectar zonas de potencial concentración de material arqueológico e identificar la presencia de materiales asignables al siglo XVI.
En el curso del segundo período de trabajo, comprendido entre septiembre y octubre, el objetivo planteado se enfocó en los mismos puntos que en el período anterior. Sin embargo, la experiencia acumulada permitió ampliar la prospección del área de búsqueda del emplazamiento de la Buenos Aires de Pedro de Mendoza. En función de ello presentamos en este caso tanto los resultados de nuestras propias excavaciones arqueológicas como la información que pudimos capitalizar, arqueológicamente hablando, de otros tipos de intervenciones tendientes a la refacción y mantenimiento infraestructural de la ciudad, llevados a cabo por diferentes empresas contratistas cuyos empleados nos permitieron registrarla.
Los datos generados indican la presencia de un ambiente altamente modificado por la dinámica natural y cultural. En el espacio observado aparecen depósitos aluviales donde se mezclan fuerzas de dos regímenes hidrológicos, el del Río de la Plata y el del Riachuelo con su cuenca de pequeños tributarios. Asimismo se observó la presencia de hallazgos arqueológicos indicando una ocupación cultural tardía fechada entre los siglos XVIII y XIX.
De modo que el análisis de la información adquirida se refiere a la ocupación tardía de este espacio. Esta ocupación se observa en una transición drástica entre un horizonte cultural y otro natural. El nivel de transición corresponde al techo de los depósitos naturales, a partir de donde se observó la formación de un suelo arcilloso grisáceo.
Estos resultados plantean conclusiones de orden preliminar que deben ser evaluadas a escala regional con la continuación de las exploraciones y el mejoramiento de las técnicas de fechado, es una vía para acercarnos a la identificación de depósitos sedimentarios y arqueológicos contemporáneos a la primera Buenos Aires.
Transecta bajo Autopista 9 de Julio Sur
Los materiales recuperados fueron separados en nueve categorías generales dentro de las cuales se intentó discriminar por antigüedad relativa (de ser posible) especialmente en el caso de las lozas y los vidrios. Se separaron los materiales en antiguos (pasta irregular, con presencia de burbujas, marca de pontil en la base) y modernos. En el caso de las lozas las antiguas fueron discriminadas a partir de la aplicación (motivos) y tipo de esmalte (como las creamware o pearlware). Los materiales no asignables con claridad a la categoría antiguos fueron incorporados como modernos, por lo que es posible que exista una subestimación de los materiales antiguos, especialmente en el caso de las lozas.
Asimismo el inventario incorpora una categoría denominada «otros materiales» en donde se con-signan los hallazgos raros o que aparecieron en baja frecuencia, como los fragmentos de pipas de caolín. En algunos casos el inventario va acompañado de observaciones para algunos materiales, como la presencia de huellas particulares, como el hollín en algunas cerámicas.
Se calculó en índice de dominancia de Simpson para estimar el tamaño del sesgo en la representación de categorías dentro de las clases generales analizadas. Si bien este índice depende de la cantidad de categorías que es posible reconocer, da una idea de la homogeneidad general y dentro de cada clase así como de posibles causas de formación del registro.
Otros trabajo arqueológicos
Además, durante los años 2006 y 2007, el licenciado Marcelo Weissel coordinó diversos trabajos arqueológicos y geológicos en: Predio Benito Quinquela Martín, Predio Gualtieri, Predio Plaza y Predio Veterinaria. Estas excavaciones se dividieron en tres grupos y se presentaron los respectivos informes arqueológicos.
Estación Sola – Barracas
Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el sitio de Estación Sola en el barrio porteño de Barracas se realizaron en el marco del proyecto de descubrimiento de la fundación de la primera Buenos Aires. Dentro de este proyecto interdisciplinario nos unimos para trabajar en la excavación de diversos sondeos en la parte baja de las barrancas del Riachuelo. Estos sondeos tienen como principal objetivo estudiar las transformaciones del paisaje natural y arqueológico de la cuenca inferior del Riachuelo, con especial énfasis en la primera mitad del siglo XVI.
Martín García 200
Las excavaciones arqueológicas fueron llevadas a cabo en el predio ubicado en Martín García al 200, entre Irala y Almirante Brown, frente al Parque Lezama, en el barrio porteño de La Boca. Este trabajo de campo fue realizado en el marco del proyecto de detección de la primera fundación de Buenos Aires. Dentro de este proyecto interdisciplinario, dirigido por el Dr. Schávelzon y el Lic. Weissel, nos unimos para trabajar en la excavación de diversos sondeos en la zona sur de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Lamentablemente ninguno de estos trabajos han arrojado resultados sobre un posible asentamiento humano de la época de la primera fundación de la ciudad. Es fundamental tener en cuenta el plano del Riachuelo original (al menos como era en los inicios del siglo XX y las remodelaciones de sus costas, rellenos y puertos hechos en 1940). Las descripciones españolas del siglo XVI no coinciden con la actualidad y además en el XVI al entrada era mucho más amplia, llegaba hasta la primera gran curva, y tenía varias islas. Este es el gran problema de encontrar la primera fundación: el cambio geomorfológico.
Un final inesperado
A pesar de contar con los recursos y el apoyo de varias instituciones, el proyecto de búsqueda de la Primera Buenos Aires (1536-1541) ha sido por el momento suspendido. Las causas son ajenas a la voluntad de los responsables y auspiciantes, y responden a la realidad social de la población de muy bajos recursos asentada en las orillas del Riachuelo, y la imposibilidad de trabajar con seguridad en la zona, entre otros motivos. No obstante se espera encontrar una solución a estos problemas, que podría estar directamente relacionada con el cambio de gobierno local en los últimos meses, para continuar en esta necesaria búsqueda del primer asentamiento de la ciudad, que de tener éxito cambiaría la historia escrita de la primera Buenos Aires.
BIBLIOGRAFÍA
- M. de Vedia y Mitre (1983), Don Pedro de Mendoza Founder of Buenos Aires, Buenos Aires.
- F. Kirbus (1985), La Primera de las Tres Buenos Aires, Buenos Aires.
- A. Malbarán (2001), Informes sobre los trabajos arqueológiocos hechos en plazas de Buenos Aires, Buenos Aires.
- B. Patti (1992), Primera fundación de Buenos Aires (1536), La historiografía tradicional y las recientes excavaciones arquológicas en la determinación de su emplazamiento geográfico. Buenos Aires.
- B. Patti (1993), «La instalación de Pedro de Mendoza en el Río de la Plata en 1536: Crítica de sus fuentes», en Crítica 44, Buenos Aires.
- D. Schávelzon, A. M. Lorandi y S. Fantuzzi (1989), Excavaciones en Parque Lezama, Buenos Aires; Informe preliminar (1988), Buenos Aires.
- D. Schávelzon (1992), Arqueología Urbana en la Argentina, Buenos Aires.
- D. Schávelzon (1999), Arqueología de Buenos Aires, Buenos Aires.
- M. Weissel (1998), «Arqueología Histórica en la Vuelta de Rocha del Riachuelo. Capital Federal. República Argentina». En Actas II Congreso Argentino de Americanistas, Tomo II: 553 – 584, Buenos Aires.
- M. Weissel y M. Cardillo (1999), «Dinámica Antrópica y Ambiental en las tierras bajas del Riachuelo y Puerto Madero: Un enfoque», en Actas del XIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, Córdoba.
- M. Weissel y M. Cerdillo (2001), «Malacología y procesos de formación. El caso arquológico del sitio de la Vuelta de Rocha en el marco general de los barrios de la Boca y Barracas», separata de Nótulas Faunísticas 7. Fundación de Historia Natural Félix de Azara.