Presentación de dos grabados de balsas que fueron hechos en 1858 en París para una revista española que muestran las actividades que se realizaban en Ecuador. Este artículo fue realizado en el año 2013.

Es más que conocido el uso de balsas en las costas del actual Ecuador durante tiempos prehispánicos, coloniales y en el siglo XIX. Esas enormes balsas fueron dejando lugar a embarcaciones menores, de hasta un único tronco ahuecado. Pero han quedado numerosas ilustraciones que, desde 1748, muestran su forma y la manera en que transportaban grandes cargas. Cuando Jorge Juan y Antonio de Ulloa dibujaron y publicaron una de ella con todo detalle estaban poniendo en evidencia un hecho habitual en la región no una rareza. Y a su vez sirve para explicar el gran movimiento comercial y cultural sobre las costas desde tiempos tempranos. Al parecer eran tantas que un viajero como Mellet, en 1816, describía a los balseros como gente que nacía, vivía y moría en sus embarcaciones, quizás exagerando pero tratando de mostrar una vida no terrestre que formaba parte de la cultura local.

Queremos publicar dos grabados de balsas que no hemos visto reproducidos antes, que al parecer fueron hechos en 1858 en París para una revista española que no hemos podido ubicar aun. Posiblemente por el conjunto del que formaban parte hayan sido hechas o publicadas por del famoso Correo de Ultramar que en esos años –las décadas de 1850 a 1880-, se hizo en Francia en Español para difundir en toda América Hispana y obviamente en España. Pero la colección es de casi 2000 revistas.

Las ilustraciones son grabados de calidad, si bien no excelentes eran dentro de lo habitual que se hacía para las revistas anteriores a la fotografía, de donde eran tomados por lo general, y muestran muchos detalles que van desde la variedad de balsas y canoas hasta la especialización en la mercadería que llevaban. Nótese la transporta bananos. El segundo grabado tiene grandes dimensiones, 40 cm de ancho, lo que da la escala la dimensión de la letra al pie.

Damos a conocer estos grabados y los ponemos a disposición de los interesados.

Por último incluí un grabado parcial de lo que fue una gran lámina, que tenía en su parte central en tamaño reducido una de las famosas “sillas de Manabí” talladas en piedra. Dada la calidad del grabado y la pieza, seguramente se trataba de esas “panoplias” o grandes composiciones que se hacían para mostrar todas las antigüedades americanas en una sola imagen, lamentamos no temer mayores datos.