Artículo publicado en Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana, No. 16, pps. 71 a 74, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México, 1992.
In number 6 of this series a text written by Armando García Gutiérrez, titled «The scenic spaces in Tikal», was published. The author confers a probable function to series of plazas surrounded by rows of seats in Tikal and in various other mayan places besides Copán, Pechal, and Peor es Nada. Since last century there have been several important works based on this idea. In this text I would like to present some cases of similar sites from Guatemalan Lowlands and one from Petén. The selection I made is just related with the work of Armando García and my goal is devoted to contribute with a greater knowledge about the typological variety of the mayan spaces.
En el número 6 de esta revista, se publicó un texto titulado Los espacios escénicos en Tikal escrito por Armando García Gutiérrez, en el cual se atribuye una probable función a una serie de plazas rodeadas por graderías en Tikal y en varios sitios mayas como Copán, Pechal, Peor es Nada y otros. Mucho se ha discutido desde el siglo pasado sobre la función de los diversos tipos de espacios abiertos de esta cultura, y cada vez se hace más necesario elaborar tipologías de ellas, cosa ya iniciada en trabajos importantes como los de George Andrews, Marvin Cohódas, Hasso Hohmann y Annagrete Vogrin por sólo citar algunos muy conocidos; pero sin duda casi todo el trabajo está aún por hacerse. Yo quisiera simplemente presentar algunos casos de sitios del altiplano de Guatemala y uno del Petén, muchos de los cuales han quedado inéditos pese a que fueron estudiados hace años; incluso varios ya han sido destruidos. La selección que he realizado fue justamente a partir de las ideas de ese artículo y tienen como objetivo contribuir a un conocimiento mayor sobre la variedad tipológica de los espacios mayas.
Los datos que se incluyen aquí son una parte de los obtenidos en centenares de sitios estudiados por Edwin Shook entre 1941 y 1975 y que conforman un conjunto único de información inédita sobre arqueología maya. Copias de las fichas tomadas de sus libretas de campo me han sido facilitadas en Antigua por William Swezey, del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica. Los demás sitios fueron tomados de la bibliogafía citada.
En primer lugar cabe destacar ur sitio único, conocido como El Mulato, o simplemente Mulato, a unos cuatro kilómetros de las ruinas de Kaminaljuyú y a sólo uno de las de Portillo, y quedaba casi a un lado de la Ciudad Universitaria. Sólo se ha publicado sobre él una referencia sumaria por Edwin Shook (1957: 97-98); se trata de una estructura octogonal, perfectamente definida poi todos sus lados, sin otros montículo: cercanos, cuya construcción se realizó de la siguiente forma:
“Los antiguos constructores principiaron por excavar una plaza de forma octogonal, cuyos bordes varían entre 5 y 1.5 metros bajo el nivel del terreno circundante, a causa de la ligera variación del suelo natural. La tierra que se extrajo se utilizó probablemente para construir un montículo único a lo largo de seis segmentos de la plaza octogonal. Los dos lados restantes, que forman el cuadrante noreste, se dejaron abiertos. Por consiguiente, el montículo es continuo y de una altura bastante pareja, de 2.5 a 3.0 metros sobre la hundida plaza. No se encontraron piedras en el sitio y se supone que la estructura tuvo un revestimiento de adobe. Algunos fragmentos de adobe endurecido por el fuego, con pequeñas improntas de postes, sugieren que el montículo subestructural alargado sirvió de base de edificios construídos de materiales no duraderos”.
Esta gran plaza hundida es sin duda excepcional en todo sentido, más aún si se toma en cuenta lo temprano de su fechamiento, que según Shook pertenece a la Fase Providencia del período formativo (1500-1000 a. C.).
En segundo lugar habría que nombrar dos sitios similares entre sí: San Roberto, en Sacatepéquez (Shook, 1957: 122-3) y Papalguapa (Shook, inédito). Ambos poseen plazas cuadradas rodeadas por tres lados por una plataforma baja, plana en su parte superior, con montículos en el extremo noroeste y sin otras construcciones en sus cercanías.
San Roberto ha sido fechado para el Clásico Tardío, aunque hay en el sitio cerámica Formativa de tipo Usulután; el otro no tiene, que sepamos, una ubicación cronológica definida. Existe otro sitio similar; se trata de Playitas, en el Petén, que fue reportado por Enrique Berlín hace ya muchos años (Berlín, 1951) pero no fue vuelto a estudiar pese a su extraña conformación. Presenta un patio grande rodeado por cuatro lados por montículos bajos, y por el lado sur tiene adosada otra plataforma que nuevamente rodea una plaza de menor tamaño. En este caso sí hay construcciones cercanas.
Quizás una región completa que puede asociarse a estos esquemas que venimos reseñando sea la de Taltic – Petapa, que actualmente está siendo estudiada (Murdy, 1985). En Taltíc, cuyo plano preliminar fue realizado por Shook, se observa en el sector norte una plaza casi cerrada bordeada por la tradicional plataforma corrida con dos montículos altos, al este y oeste respectivamente. Asimismo en los grupos II, III y IV se vuelve a repetir el esquema con bastante insistencia. En el cercano Petapa el Grupo X muestra nuevamente la plaza con plataforma continua y cuatro montículos en los centros de cada lado. Las fechas son siempre del Clásico Tardío, aunque hay también poblamiento del Posclásico Tardío. Esto mismo sucede con otro sitio del Clásico Tardío, en este caso Xalapán, en Jalapa (Shook, inédito), cuyo grupo meridional también posee una gran plaza rodeada por una plataforma por tres lados aunque con varias construcciones en su parte superior.
Por último quisiera recordar el esquema típico de las tierras altas durante el Clásico Tardío, que conjuga la unión entre un juego de pelota de tipo palangana (Taladoire, 1981), cerrado por sus cuatro lados, y a su lado una plaza pequeña, cerrada por todos sus lados con una plataforma corrida con montículos encima de ellas. Este esquema lo poseen quizás docenas de sitios, pero hay algunos que por lo menos a simple vista, parecerían recordar el esquema ya visto anteriormente. No estoy hablando de una evolución o desarrollo entre un tipo de espacio y otro, sino simplemente de una relación formal-funcional que necesita ser estudiada científicamente. Podemos citar algunos sitios en los cuales esto es más sintomático, como Florencia (Shook, 1957: 117) en Sacatepéquez, Clara en Guatemala (Shook, 1957: 83-4) y Cementerio en Guatemala (Shook, 1957:78). Siempre están encerradas por todos sus lados, casi siempre poseen templos o basamentos altos en la mitad de sus lados y la plataforma corrida tiene el mismo nivel que la del juego de pelota al que se une. Esta asociación entre plaza y juego de pelota ya había sido estudiada por A. Ledyard Smith con bastante detalle en las Tierras Altas, pero por lo general no son sitios de las mismas características (Smith, 1955).
Bibliografía
- Berlín, Heinrich
1951, «Breves estudios arquelógicos: El Petén, Guatemala». Antropología e Historia de Guatemala, Vol. III, N° 2, pp. 65130, Guatemala. - García Gutiérrez, Armando
1985, «Los espacios escénicos en Tikal», Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana, vol. 6, pp. 69-86. - Murdy, Carson
1985, «La población prehispánica y sus adaptaciones agrícolas en la zona de San Miguel Petapa», Mesoamérica. Vol. 10, pp. 293-353, Antigua. - Shook, Edwin
1957, «Lugares arqueológicos del antiguo meridional central de Guatemala,» Arqueología Guatemalteca, pp. 65-130. Idaeh, Guatemala.
s/f Archivo de sitios reconocidos por Edwin Shook, CIRMA, Antigua. - Smith, A. Ledyard
1955, Archaeological reconnaissance in Central Guatemala. Carnegie Institution. Washington. - Taladoire, Eric
1981, Les terrains de jeu de balle… Mission archaeologique et Ethnologique au Mexique. México.